Lavado

• En primer lugar hay que revisar los bolsillos de pantalones, camisas o chaquetas para verificar que no se laven billetes, o bien, que haya piezas de metal o documentos. También hay que bajar los puños de las camisas y blusas, así como cerrar las cremalleras de las prendas para evitar que en el proceso se generen roturas. 
• En el caso de los vaqueros es recomendable ponerlos del revés para que conserven durante más tiempo el color. 
  
• Lo mejor es introducir las prendas de una en una, en lugar de todas a la vez, para que el movimiento sea más fluido durante el lavado.
•  Una buena manera de garantizar que la ropa dure más tiempo de forma óptima es revisar las etiquetas, 
  
• Seleccionar el programa de lavado que se corresponda al tipo de prendas que se van a lavar en cada tanda. Hay que prever también el proceso de centrifugado. 
  
• No debemos sobrecargar la lavadora para un lavado correcto y eficiente.

Secado

• Fíjate en la etiqueta de cada prenda para saber de antemano si se puede o no introducir en la secadora, como por ejemplo ocurre con la ropa de lino, algodón o lana, porque son los tejidos que más encogen. 
• Ten en cuenta cómo quieres que quede la ropa finalmente (lista para guardar, para planchar, etc). Esto, junto con el tipo de tejido (ropa delicada, algodón) condicionará la temperatura y duración del ciclo de secado, ayudándote a conservar mejor sus prendas y a ahorrar energía. 
  
• Es recomendable dividir la ropa según su peso: las prendas más livianas se secan más rápido y las pesadas tardan más. De este modo evitarás que la ropa pesada termine aplastando a la ropa ligera y arrugándola más. 
  
• Evita sobrecargar la secadora: la ropa metida a "compresión" no hace más que favorecer la aparición de arrugas. 
  
• Utiliza nuestras bolas de secado de lana natural (absorben la humedad y acelera el tiempo de secado).
• No metas zapatillas ni plásticos ya que podrían derretirse.